Miles de fanáticos japoneses se despidieron de cuatro pandas para ser enviados de regreso a China. Enviar pandas a un país temporalmente es una forma linda de que China fortalezca las relaciones diplomáticas con ese país.
El domingo, miles de japoneses molestos acudieron en masa al zoológico Ueno de Tokio para ver a una última panda hembra llamada Xiang Xiang. Una sección de fanáticos de los pandas también fue al parque zoológico en la prefectura de Wakayama y se despidió de los otros tres pandas que iban a ser enviados de regreso a China.
Se determinaron 2 mil 600 personas por sorteo entre los que querían ver a Xiang Xiang por última vez en Tokio. Mientras tanto, el zoológico de Ueno, donde se encuentra el panda, se inundó de llamadas telefónicas y correos electrónicos de fanáticos que exigían que el animal no fuera enviado por un tiempo. De hecho, la partida del panda, que se suponía que sería enviado de regreso a China en 2021, se retrasó varias veces debido a las condiciones de la pandemia.
Por otro lado, en la región de Wakayama, los visitantes acudieron a ver por última vez a Eimei, la panda más vieja del mundo, y a sus hijas gemelas, quienes en 2020 cumplieron 80 años, lo que corresponde a los 28 años en humanos.
Estos lindos animales, que son muy populares en el mundo con su pelaje blanco y negro, sirven como instrumento para que China fortalezca las relaciones diplomáticas. Se sabe que alrededor de 860 pandas gigantes viven en la naturaleza, principalmente en bosques de bambú en las regiones montañosas de China. Por otra parte, unos 600 pandas viven en centros de cuidados especiales y producción y zoológicos.