
La Fuerza Aérea de EE. UU. decidió posponer el contrato de producción del programa de aviones de entrenamiento T-7 Red Hawk con Boeing. Inicialmente estaba previsto recibir los primeros T-2025 de producción en el año fiscal 7, pero esta entrega se pospondrá hasta 2026, según el comunicado.
Razones para la procrastinación y las metas
El jefe de adquisiciones de la Fuerza Aérea, Andrew Hunter, enfatizó que el programa no puede permanecer estancado y afirmó que se están implementando actualizaciones del diseño y medidas de mitigación de riesgos. Estas medidas tienen como objetivo aumentar la fiabilidad del avión y evitar posibles interrupciones en el proceso de entrega a los cazas.
Aviones de prueba adicionales y preparación para la producción
La Fuerza Aérea comprará cuatro aviones de prueba adicionales para el año fiscal 2025 con fondos de investigación y desarrollo para 2026. Esto acelerará los vuelos de prueba en la Base de la Fuerza Aérea Edwards en California y aumentará la capacidad de la flota de prueba existente. Los funcionarios de Boeing afirmaron que esta estrategia ayudará a reducir los riesgos para la producción y acelerar el proceso de producción.
T-7 Red Hawk y su papel en el entrenamiento
El T-7 reemplazará la flota de entrenamiento T-38 Talon heredada de la Fuerza Aérea. Como avión de entrenamiento de quinta generación, su objetivo es enseñar a los nuevos pilotos aviones de combate avanzados como el F-35. El diseño digital del T-7 ha sido elogiado como un avance significativo en la producción de aviones.
Problemas de diseño y producción
El programa T-7 experimentó varios retrasos debido a problemas encontrados en las etapas de diseño y producción. Inicialmente se esperaba la entrega para 2023, pero problemas con los sistemas de lanzamiento y el software de control de vuelo retrasaron ese proceso hasta 2024 y luego 2025. Además, las entregas se retrasaron debido a problemas de calidad y problemas en la cadena de suministro de algunas piezas.
Jets de prueba y pasos futuros
La Fuerza Aérea planea continuar el desarrollo y la producción con aviones de prueba adicionales hasta el año fiscal 7, cuando el T-2027 alcanzará su capacidad operativa. En este proceso, junto con Boeing, se acelerarán las pruebas y preparativos antes de que el avión entre en la fase de producción. El nuevo plan de compras está diseñado para alentar a Boeing a resolver problemas urgentes y acelerar el programa.
El programa de aviones de entrenamiento T-7 Red Hawk es fundamental para las necesidades a largo plazo de la Fuerza Aérea. Si bien el aplazamiento y los aviones de prueba adicionales tienen como objetivo aumentar la confiabilidad y la capacidad operativa de la aeronave, se pretende minimizar los riesgos que puedan experimentarse en futuras etapas de producción. Este proceso es un paso importante para la Fuerza Aérea y Boeing y tiene como objetivo modernizar la flota de aviones de entrenamiento a largo plazo.