Maneras de afrontar los sentimientos de culpa

El consejero psicológico Ekrem Çağrı Öztürk proporcionó información sobre el tema. Todos tenemos conceptos de lo correcto y lo incorrecto. El bien y el mal pueden variar de persona a persona, es decir, es subjetivo. Cuando realizamos una acción distinta a la que se considera correcta interpretamos que estamos actuando mal o mal. Como resultado de comportamientos que consideramos incorrectos, algunas personas experimentan arrepentimiento y vergüenza y comienzan a culparse a sí mismas. Esto también es un indicador de que la persona no se da la oportunidad de cometer errores. Las personas que tienden a juzgarse a sí mismas constantemente tienden a culparse a sí mismas y a los demás. Si recordamos que la realidad de cada persona es diferente, no estaremos dispuestos a culpar a nadie más. Hacer lo mejor y lo correcto nos preocupa. Al darnos la oportunidad de cometer errores evitamos una actitud acusatoria.

Podemos centrarnos en cómo y quién aprendimos las situaciones que describimos como correctas o incorrectas. Si nuestros padres y quienes nos rodean nos critican, se enojan o regañan en lugar de contarnos las consecuencias de nuestro comportamiento negativo, no podemos aprender a ser compasivos con nosotros mismos. Además, frases como 'Qué he soportado por ti, sólo hablo para que seas feliz, siempre pienso en tu bienestar' dejan una carga de conciencia en las personas que tenemos delante bajo la apariencia de sacrificio. Las personas que no pueden realizar las conductas que se esperan de ellas pueden sentirse culpables. Cuando no puede alcanzar el éxito, rango, posición, estatus, carácter o posesiones materiales como desea, se concentra en los errores que cometió en lugar de trazar una nueva hoja de ruta. Las personas que constantemente se culpan a sí mismas tienen dificultades para dar pasos y pueden sentirse solas porque creen que los demás también las culparán a ellas.

El consejero psicológico Ekrem Çağrı Öztürk dijo: "Las personas que piensan que dañan a quienes los rodean con cada acción pueden sentir una vergüenza intensa y tienden a disculparse constantemente. En cambio, pueden expresar las enseñanzas de sus experiencias compartiendo sentimientos mutuos. Algunos pueden sentirse culpables por cosas sobre las que no tienen control y en las que no pueden intervenir. Por ejemplo; Algunas personas se culpan por las constantes peleas de sus padres, o alguien que ha perdido a un familiar se culpa diciendo la palabra "deseo", pensando que podrían haber ocurrido diferentes escenarios. Olvidan la idea de que cada uno es responsable de sus propias acciones y tratan de controlar el resultado pensando que todo depende de ellos mismos. "La vida es incierta y asumir la responsabilidad de nuestras propias acciones nos hace más libres", afirmó.