Estudiantes con autismo esperando que suene la campana de la clase

Estudiantes con autismo esperando que suene la campana de la clase
Estudiantes con autismo esperando que suene la campana de la clase

Con la apertura de las escuelas, mientras millones de alumnos inician sus clases, los niños con autismo, cuya única solución es la educación, tienen dificultades para acceder a la educación. El único remedio conocido hoy en día; El autismo, que es una educación especial intensiva y continua con diagnóstico temprano, se ve en 44 de cada 1 niños en la actualidad.

Entre los principales síntomas del autismo, que es una diferencia de desarrollo que es congénita y se nota en los primeros 3 años de vida; no hacer contacto visual con los demás, no mirar cuando se les llama por su nombre, retraso en el habla, no mostrar lo que quiere con el dedo, no mostrar interés en los juegos de sus compañeros, balancearse, revolotear, andar de puntillas, excesivo interés por objetos giratorios y comportamientos obsesivos. Si sus hijos exhiben comportamientos y síntomas diferentes a los de sus compañeros de la misma edad, las familias deben consultar de inmediato a un psiquiatra de niños y adolescentes que se especialice en autismo.

Özgül Gürel, Gerente General de Tohum Autism Foundation, afirmó que se debe implementar en la práctica un enfoque basado en los derechos y una educación inclusiva para que todos los niños con autismo se beneficien del derecho a la educación por igual:

“En el nuevo año académico, todos los niños con autismo deben ser incluidos en el entorno educativo sin ser separados y se deben hacer los arreglos necesarios de inmediato. Dado que los prejuicios que existen en la participación en la vida educativa no se pueden superar, no es posible que las personas con autismo accedan a buenos servicios educativos y encuentren un trabajo que se adapte a sus capacidades de acuerdo con la educación que recibirán en el futuro. Sin embargo, los niños con autismo que pueden acceder al entorno educativo pueden alcanzar la vida social que se merecen en sus últimos años. Cuando proyectamos la población, se estima que existen aproximadamente 1.900.326 individuos con autismo en nuestro país y 7.601.304 familiares afectados por esta condición. Sin embargo, solo 0 de unos 19 niños y jóvenes con autismo en el grupo de edad de 574.963 a 41.854 años han podido ir a la escuela. Por tanto, para que los niños y adultos con autismo puedan continuar su vida con la máxima independencia, es muy importante garantizar el acceso efectivo a servicios educativos de calidad, comenzando desde la educación infantil.

Como fundación que ha estado trabajando para ayudar a las personas con autismo a alcanzar el lugar que les corresponde en la sociedad desde 2003, continuaremos trabajando con toda nuestra fe para que más personas con autismo puedan acceder a la educación y ver el valor que merecen en la sociedad”.

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